Este domingo 10 de diciembre, el Sindicato de Prensa La Pampa Zona Sur (SiPren) -filial de la Federación Argentina de Trabajdores de Prensa (FATPREN)- realizó un sentido agradecimiento a Juan Carlos Pinky Pumilla en el marco del II Festival “Alto el fuego”, organizado por el Movimiento Popular Pampeano por los Derechos Humanos (MPDDHH).
Durante las múltiples actividades realizadas en la calle, frente al edificio del SiPren/MPDDHH, en Irigoyen 469 de la capital provincial, el Secretario General de SiPren, Milton Fernández; la Secretaria Adjunta, Verónica Mac Lennan y el Secretario de Organización de la FATPREN, Flavio Frangolini, le hicieron entrega de una placa en “agradecimiento por su lucha y compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia en el Día Internacional de los Derechos Humanos”.
En las palabras dedicadas a expresar públicamente este agradecimiento se hizo alusión a su oficio como periodista y escritor por sus tiempos en las redacciones de La Capital, La Arena y en las páginas de El hombre del Potemkin.
“Uno de sus ex jefes lo consideró en una charla como ‘agitador’ y un amigo suyo lo llamó ‘el inquieto’, dos concepciones ideológicas muy distintas sobre una sola condición que no es nada más ni nada menos que ser comprometido. Con la vida y las ideas, con una cosmovisión política del mundo y una concepción estética de la escritura. Ya la palabra compromiso lo dice todo”.
En el repaso de su currículum público se mencionó que “en los 70 estuvo en la conformación del Sindicato de Prensa de La Pampa. Tiempos en los que fue detenido por reclamar por sus compañeros presos. Y a comienzos de los ochenta estuvo entre los fundadores e iniciadores del entonces Movimiento Popular Pampeano por los DDHH y en la creación de la Asociación Pampeana de Escritores. Todos lugares en los que lucha, compromiso y convicción no son palabras al pasar, sino parte de la identidad de esas organizaciones”.
“Este homenaje va más allá de que haya estado en tal o cual lugar. Es a la extensión de ese compromiso que fue su militancia por los derechos humanos. En los ochenta fue uno de los que confeccionó el primer informe sobre las y los desaparecidos pampeanos fuera de la provincia. Con los parches de medias verdades que había en ese momento, encontró los primeros nombres del rastro del Terrorismo de Estado sobre la sociedad pampeana. Tarea que fue completando junto a Norberto Asquini después de 2003. Hoy el listado casi definitivo lo debemos a su insistencia”.
“Pero si la tarea de buscar la verdad y reconstruir la memoria fue importante para los DDHH en La Pampa, hubo otra tarea suya que fue más importante: la de darle pelea al olvido. En los 90, tiempos de indultos y reconciliaciones forzadas, tiempos lejanos a políticas de Estados en materia de DDHH o al boom de la memoria, fue una de las pocas voces que siguió disputando un lugar a las sombras de la desmemoria. En los diarios de la época se pueden encontrar artículos en los que siguió pidiendo justicia por Lucía Tartaglia y su hija, cuando el tema lejos estaba de la agenda política y mediática”.
“Hace unos días, en uno de los hechos más importantes del proceso de Memoria, Verdad y Justicia en La Pampa, el de la recuperación de la identidad de la hija de Lucía, Pinky estuvo presente. Fue durante el anuncio de la familia de que habían encontrado a la nieta 125, y Pinky estuvo sentado allí con ellos. Ese pequeño y gran gesto fue el reconocimiento a un hombre que siempre estuvo. Y silogismo mediante, ese siempre haber estado se resume en una sola e inabarcable palabra que lo comprende y lo resalta a Pinky: su compromiso”.
Luego de la lectura de estas palabras se procedió a la entrega de “un objeto en el cual dejamos plasmado nuestro agradecimiento desde el Sipren, para que te lo lleves, para que se quede con vos y sepas cuánto reconocemos tu lucha y compromiso”.
Luego los integrantes del MPDDHH, Víctor Giavedonni y Juan Carlos Pereira le entregaron “algo que es tuyo: porque en esta remera está la estampa de un dibujo hecho por tu hijo Nahuel, acompañada de una frase que es tuya Pinky”, le dijeron al momento de entregarle la remera que identifica al Movimiento y que puede leerse: “Hay una línea que separa la justicia de la impunidad. De qué lado estás?”.
El festival continuó hasta cerca de la medianoche y desplegó toda su actividad en la calle que permaneció cerrada al tránsito. Se leyeron documentos de varias organizaciones que dieron a conocer la situación de vulnerabilización de diferentes sectores que resiste la represión como luchadorxs sociales, como mujeres, disidentes sexuales, pueblos originarios, entre otros.
Participaron varias organizaciones sociales, Actrices y Actores Agrupados, La Juglaría (APE), Taller de Tango (Clarita Mainetti), Estudio de Danza (Luciana Gómez Arzani), Muralistas Políticos, hubo Radio Abierta, un stand de Las Socorristas y el cierre a todo baile estuvo a cargo Elvis, Kumbia Kuátika y Los Renegados de Siempre.