El presidente de la Federación Internacional de Periodistas, Jim Boumelha, publicó en blog de la presidencia de la entidad global del sindicalismo de prensa sus impresiones tras su paso por Buenos Aires, las que reproducimos a continuación.
“Cada semana, registramos la pérdida de la vida de un reportero, de un camarógrafo, de un trabajador de prensa. Si no se trata de un corresponsal occidental reconocido, el mundo rara vez presta atención a estos casos. La mayoría de los periodistas asesinados siguen en el anonimato y, en la mayoría de los casos, son simples estadísticas.
La semana pasada, dirigentes de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), reunidos en Buenos Aires para su sesión estatutaria, participaron en homenajes organizados por su afiliada en el país, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN).
Es importante que nosotros, como sindicalistas, recordemos a aquellos que han caído por defender la causa de los trabajadores. El movimiento internacional de trabajadores publica cada año una lista gris de aquellos perseguidos por levantar la voz, liderar a los trabajadores o simplemente ser activos. La FIP publica cada año un listado de periodistas que mueren por la causa del periodismo. Sin embargo, no hay nada más poderoso emocionalmente que los eventos en su memoria, que involucran a las familias de los periodistas asesinados, sus colegas, amigos y conocidos, además de ciudadanos del común que expresan su solidaridad.
Debemos agradecer a la FATPREN por dar un paso importante en reavivar las memorias de todos los periodistas que cayeron durante los años oscuros del terrorismo militar, del terrorismo de Estado en la Argentina. La Federación convocó a las familias de 130 trabajadores de prensa -desaparecidos en su mayoría- e invitó a sus familiares, amigos y colegas a tomar parte de una emotiva celebración de sus vidas y logros.
Los miembros del Comité Ejecutivo de la FIP compartieron con las madres de Plaza de Mayo un acto de sanación a través del recuerdo y un compromiso mutuo para alcanzar la verdad y la justicia para los 30.000 que desaparecieron en las manos de la dictadura, incluyendo a los 130 trabajadores de prensa. Los familiares compartieron anécdotas de sus seres queridos y renovaron su juramento de continuar con la lucha por la verdad. “No nos han vencido” afirmaron en señal de desafío.
Una exposición fotográfica fue compartida con el trabajo de Raymundo Gleyzer, director de cine y camarógrafo, fundador de una institución cinematográfica, secuestrado y desaparecido en mayo de 1978. El tesorero honorario de la FIP, Wolfgang Meyer, presentó un reloj en nombre del sindicato de mecánicos de Alemania, para la familia del desaparecido periodista Andrés Lucio Ariza, corresponsal de la revista del sindicato.
Unos días antes, participé en el lanzamiento de una baldosa especial en el lugar donde el periodista Emilio Jáuregui fue asesinado por la policía el 27 de junio de 1969, en la esquina de la calle Anchorena. Emilio trabajó en el periódico La Nación y fue secretario general de la FATPREN. Fue objetivo de la violencia por la simple razón de haber levantado su voz en defensa de los derechos de sus compañeros trabajadores y oponerse ante la injusticia.
Recordar es crucial para nosotros como periodistas y recordamos a Emilio como uno de nuestros muchos mártires. Estas actividades contribuyen a abrir el camino para romper con el anonimáto de muchos periodistas que han perdido la vida y de aquellos que aún luchan contra la impunidad.
Nunca los vamos a olvidar”.
28-09-2011