Año Nuevo, FIP Nueva
No habrá demasiados periodistas que recuerden 2011 con especial predilección. Ha sido un ‘annus horribilis’ en todas partes que acaba con el asesinato del Abdisalan Sheik Hassan en Somalia y la condena de un tribunal etíope a dos compañeros suecos: Martin Schibbye y Johan Persson. Al mismo tiempo, en la medida en que la crisis financiera mundial ha clavado sus garras con mayor fuerza, los colegas a lo largo y ancho del mundo han seguido luchando para conservar puestos de trabajo y mantener con vida la llama de un periodismo ético y de calidad.
La lúgubre cifra correspondiente al número total de muertos que publicamos a finales de cada año ha venido a confirmar ahora que los asesinatos de periodistas no son sólo un goteo continuo de pesadilla, alimentado por los conflictos armados a lo largo y ancho del mundo, sino que también existe una veda abierta en países como Méjico, Paquistán o Somalia.
Este es el motivo por el que trabajamos con tanto ahínco para movilizar a nuestros sindicatos afiliados a nivel mundial en el Día contra la Impunidad, que tuvo lugar el pasado día 23 de Noviembre. La seguridad ha ocupado siempre un lugar preponderante en nuestra lista de prioridadesy por ello estamos reestructurando actualmente nuestro trabajo a nivel interno, para dotarla de más recursos e integrarla en todos los aspectos ligados a nuestra actividad.
Habrá un mayor énfasis en la formación de formadores, en el cabildeo y la promoción y en la renovación de nuestros lazos con la UNESCO y con los Consejos de Derechos Humanos de la ONU y los Relatores Especiales.
Actualmente estamos desarrollando por primera vez una estrategia exhaustiva de trabajo en materia de derechos humanos en nuestras regiones. Dicha estrategia incluye un abanico de acciones que vandesde un operativo de alerta sistemática y el control de las violaciones de los derechos de la prensa, hasta infundir un nuevo vigor a nuestra campaña contra la impunidad, reanudar programas de formación y relanzar nuestro Fondo de Solidaridad.
La reorganización de nuestra agenda nos permitirá instaurar los cimientos de la FIP del futuro en lo que respecta a la secretaría global y las regiones -una profunda restructuración de nuestros recursos humanos y una metódica descentralización hacia las regiones, que constituyen los avances más audaces que la FIP ha adoptado desde su fundación.
Uno de los platos fuertes en esta mitad de periodo, desde el congreso de Cádiz de 2010, ha sido la apertura de nuestra nueva oficina de Latinoamérica en Buenos Aires, después del cierre de la de Caracas. El incremento de nuestro trabajo en la región ha resultado ser una verdadera inyección de energía para nuestros sindicatos afiliados, demostrando así que la descentralización es el único camino para desarrollar liderazgos locales que cuenten con capacidad para poner en marcha sus propios programas, basados en sus ideas y en sus necesidades locales. Esto se ha comprobado, por ejemplo, en la lucha contra la impunidad en la veda abierta contra los periodistas en Méjico o en la crisis que afecta a los periódicos, como la batalla para salvar puestos de trabajo en la publicación chilena La Nación.
Otro esfuerzo de gran calado ha sido nuestra movilización, junto con nuestros 17 sindicatos, sus líderes y sus activistas, durante la primavera árabe, para ayudar a establecer una agenda valiente para el cambio que permita avanzar a los periodistas y reforme el periodismo.
Pero la madre de todas las batallas, ahora, es la lucha de nuestros sindicatos para salvar puestos de trabajo y el futuro que le espera a la prensa en todas partes, a medida que la crisis financiera global, y más recientemente la crisis del euro, han comenzado a afectar a las organizaciones afiliadas más fuertes.
Apoyamos a nuestros sindicatos cuando lucharon contra las políticas de tala y quema aplicadas por la patronal, ya fuera en la BBC, donde se van a eliminar 2.000 puestos de trabajo, o en Croacia, donde los afiliados del TUCJ hicieron una larga huelga para defender sus derechos en el diario Vecernji List. En este Año Nuevo aunaremos fuerzas una vez más para ayudar a los afiliados griegos en su lucha contra los planes que pretenden diezmar el sector nacional de la radiodifusión y televisión.
A pesar de estos enormes desafíos somos optimistas. Hemos demostrado ser capaces de inspirar y movilizar a nuestros afiliados, que han respondido con gran confianza en todas nuestras campañas. Que el tema sea la campaña global para salvar empleos en La Nación, o la liberación de periodistas encarcelados en Turquía, o las actividades de concienciación sobre los efectos de la legislación antiterrorista el Día Mundial de la Libertad de Prensa, nuestros sindicatos siempre han estado preparados para defenderse los unos a los otros y para defender el periodismo; y para hacerlo a menudo en condiciones difíciles y peligrosas.
Queremos agradecer a nuestros sindicatos, a sus líderes y a sus afiliados, su espíritu combativo y su solidaridad y aprovechamos para desearles a todos unas felices fiestas, paz y prosperidad.
Jim Boumelha – Presidente de la Federación Internacional de Periodistas (FIP)