Porque tenemos historia y no perdimos la memoria
Por Daniel Parcero*
La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), recuerda una vez más la trayectoria militante y las convicciones puestas de manifiesto en favor de sus representados, y de los trabajadores en general de parte Emilio Jáuregui.
El compañero Jáuregui, siendo Secretario General, elegido en proceso democrático por las bases de FATPREN, fue desalojado arbitrariamente de nuestro gremio por una intervención militar dirigida por la dictadura de los monopolios, liderada por el Gral Juan Carlos Onganía, la que continuara con una incesante persecución a su persona a lo largo de tres años, hasta ser asesinado impunemente y a plena luz del día por los esbirros de Coordinación Federal en 1969.
Emilio fue un dirigente de prensa combativo y clasista, cuya figura, desempeño y desaparición, fue por años silenciada por intereses cruzados de una dirigencia cómplice y corrupta que lo sucediera, los intereses corporativos y voraces de las patronales a las que supo plantarse sin dobleces -fue periodista de La Nación-, y de las sucesivas dictaduras que sin suerte intentaron borrarlo de nuestra memoria colectiva.
Luego de ser separado manu militari de la casa de los trabajadores de prensa, mantuvo su representación a través del cuerpo de delegados nacional que continuo reconociéndolo como su genuina representación, en tanto la dictadura de la doctrina de la seguridad nacional pergueñaba el traspaso de la intervención a manos de la dirigencia colaboracionista de entonces, encabezada por Rogelio Coria y José Taccone en sede del mismo Ministerio de Trabajo, y luego de esta haber encontrado dentro de nuestras propias filas un dirigente a su medida. De ésta manera y por medio de un proceso viciado de irregularidades, el reportero gráfico Manuel Damiano, desandando su propia trayectoria de compromiso, capituló ante el onganiato.
Emilio, se encolumnó a partir de 1968 en la combativa CGT de los Argentinos, junto a Raymundo Ongano, Esteban De Luca y Agustín Tosco, donde militó como asesor de la secretaria general, y fue un año más tarde uno de los más dinámicos dirigentes obreros en las movilizaciones populares en contra del gobierno de facto .
Precisamente, un día como hoy, resultó ser de los convocantes a la movilización de repudio, a la visita oficial a nuestro país del magnate norteamericano Rockefeller, que originó una multitudinaria concentración en Plaza Once y las inmediaciones, de las que participaron masivamente organizaciones gremiales, políticas y estudiantiles.
Al momento de la desconcentración pacífica, Emilio quien hacía lo propio junto a otros tres compañeros, fue seguido y emboscado .a la altura de Anchorena al 600 en el barrio de Abasto, por agentes de Coordinación Federal que le cruzaron dos autos y lo acorralaron contra el frente de una obra en construcción y lo fusilaron en la vereda, ante la mirada atónita de otros manifestantes que regresaban a sus hogares, convirtiéndose en el primer mártir de los periodistas sindicalizados
Una vez entregado el cuerpo de Jáuregui, éste será velado en el segundo piso de la sede cegetista de Paseo Colón 731, donde se produce un incesante desfile de sindicalistas combativos, estudiantes, militantes y dirigentes de agrupaciones de izquierda, peronistas, radicales, de la Izquierda Nacional, grupos católicos de Acción Sindical Argentina, y de Cristianismo y Revolución, entre otros. El féretro, será custodiado durante 24 horas por militantes de la “Vanguardia Comunista”-donde militaba políticamente- , hasta que el domingo por la mañana, una caravana de más de tres cuadras de personas acompañará a pie sus restos, a la Recoleta. Encabezan el cortejo fúnebre, además de los padres de Jáuregui y de Ana, su joven esposa también militante, Susana Valle -hija del General Valle-, el dirigente de los obreros navales y adjunto de la CGT A, Ricardo De Luca, el ferroviario Lorenzo Pepe, y de empleados de farmacia Jorge Di Pascuale y Horacio Carballeda. Raymundo Ongaro, envió sus condolencias y repudio desde Córdoba donde se encontraba detenido. Su crimen jamás fue esclarecido.
El pasado año en el lugar donde Jáuregui fuera asesinado, la FATPREN junto Baldosas por la Memoria, y con la presencia de su hija Mariana, la adhesión de su viuda Ana -residente luego de un forzado exilio en España-, la companía de ex camaradas y colegas de lucha, y dirigentes de la Federación Internacional de Periodistas, se colocó en Anchorena al 600 una baldosa con su nombre, siendo el primer acto de reconocimiento que los trabajadores de prensa organizados le rendimos a 42 años de su trágica muerte.
* Periodista – Autor de La Historia de los Trabajadores de Prensa
Secretario de Prensa de la CGT Regional Lomas de Zamora
27-06-2012