“La principal amenaza a la libertad de expresión en la región latinoamericana no proviene de los Estados sino de las corporaciones periodísticas vía coacción directa o indirecta sobre los trabajadores y la prensa”, fue un aspecto central señalado durante la Conferencia en Defensa del Trabajo Digno y la Libertad de Expresión. El encuentro, realizado en Buenos Aires desde este martes 4, es organizado por la Federación Internacional de Periodistas (FIP), la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC), y la Fundación Friedrich Ebert (FES).
“Tenemos que continuar con la lucha para lograr distribuir el poder de los medios de comunicación, disminuir la concentración de la propiedad de los medios, y contribuir a la realidad de nuestros pueblos y dignificar el oficio periodístico”, manifestó Gustavo Granero, vicepresidente de la FIP, y secretario general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), además de coordinador del área de comunicación de Global Union, una articulación sindical mundial.
“Las corporaciones no sólo operan localmente, sino que incluso trasnacionalmente han participado de golpes de Estado, como lo hicieron en Honduras, Ecuador, Venezuela, y ahora Paraguay”, graficó el vicepresidente de la FIP, que aglutina a 600.000 periodistas a nivel mundial.
“Las soluciones no serán nacionales, sino a partir de estructurarnos internacionalmente. Ese es el camino adoptado por la FIP y por la FEPALC para que los trabajadores podamos negociar colectivamente y lograr el derecho a la sindicalización”, afirmó Granero.
“En Argentina, luego de mucho tiempo se logró la elección de delegados para negociaciones paritarias en los diarios Clarín y La Nación, que son muy renuentes a reconocer la representación sindical”, detalló el ministro del Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Carlos Tomada. “Se avanzó mucho en el país en negociaciones colectivas, pero las empresas periodísticas siguen siendo grandes actores en contra de los derechos de los trabajadores y trabajadoras”, agregó. “De cinco veces que recurrimos a la fuerza pública a sentar a empleadores en negociaciones salariales, cuatro correspondieron a medios de comunicación, y tres de ellos fueron con Clarín, en nueve años, lo que muestra el nivel de conflicto para que este grupo respete a sus trabajadores”, describió Tomada.
“Esta iniciativa debe replicarse, pues es fundamental la participación política de los actores sociales, en este caso sindicales”, sostuvo Mary Rigat, representante de la FES en Argentina.
“El diseño de agendas internacionales para revertir la injusticia social en nuestros países es una iniciativa impulsada en América Latina, y en este marco debemos profundizar el diagnóstico de la situación y los planes de lucha para lograr los cambios”, aseguró Karen Cepeda, directora de la oficina regional de la FIP en América y el Caribe.
“La negociación colectiva en nuestros países latinoamericanos, el fortalecimiento de los sindicatos es primordial para hacer frente a los embates contra los derechos de los trabajadores y trabajadoras, y esta es la tarea que tenemos que profundizar”, remarcó Domingo Vargas, secretario de Finanzas de la FEPALC, que acercó el saludo del presidente del gremio regional, Celso Schroder, quien asiste en estos días a la Conferencia de las Naciones Unidas, para exponer sobre la situación de los periodistas en la región.
Para finalizar, Mariana Baranchuk, experta en Comunicación e investigadora de la FATPREN, expuso sobre los graves efectos de la concentración de los medios en los derechos laborales y describió los grandes conglomerados comunicacionales en América Latina.
El encuentro continúa el miércoles 5 y culmina el jueves 6 de septiembre.
04-09-2012