Un grupo anónimo y cobarde, vinculado sin dudas al golpe cívico-militar que asoló en nuestro país desde 1976, atacó con sus pintadas, este jueves 21 de marzo, al busto que en la ciudad de Neuquén recuerda al periodista y escritor, Rodolfo Walsh.
El Sindicato de Prensa de Neuquén -filial de la FATPREN- repudió esta acción que, en momentos de cumplirse 37 años del inicio del terrorismo de estado, ratifica que todavía existen bolsones de autoritarismo que se mueven en las sombras y sin dar la cara.
Situaciones similares de reivindicación de los años más oscuros y sangrientos de nuestro país, se han registrado en los últimos días en La Plata y Bahía Blanca. No se trata, en consecuencia, de hechos aislados, sino premeditados, coordinados y estudiados, por eso queremos hacer este llamado de atención a la comunidad.
Con la pintada califican de “venganza terrorista” a los objetivos que mueven a la sociedad en cada marcha por el 24 de marzo, lo que muestra que son partidarios de la impunidad y de la justificación de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el genocida Proceso de Reorganización Nacional.
La inscripción de “asesino” en otro de los laterales del busto a Walsh no hace más que definir a los que secuestraron, torturaron y asesinaron a uno de los hombres más íntegros que dio este país. Sólo es suficiente releer la Carta Abierta dirigida a la Junta Militar que Walsh redactó a un año del golpe, para entender su grandeza. Esas valientes palabras son las que deben acompañar en el recuerdo a Walsh, porque son las que quedarán vivas en la memoria de los argentinos.
La escultura de Rodolfo Walsh es una obra que el Sindicato de Prensa de Neuquén encargó al artista neuquino Jorge Michelotti, por lo que este atentado es también un ataque al patrimonio artístico, urbano y cultural de la ciudad de Neuquén.
La Comisión Directiva de la FATPREN se suma al repudio expresado por su sindicato de base y levanta, más altas que nunca, las banderas de Memoria, Verdad y Justicia.
24-03-2013