El Sindicato de Prensa y Comunicación Social de San Juan, manifiesta su repudio ante la acción intimidatoria sufrida por Trabajadores de Prensa del ámbito deportivo, mientras realizaban la cobertura de un acontecimiento futbolístico en cancha del Club Independiente de Villa Obrera, en el departamento Chimbas.
Lo acontecido en la jornada del pasado 30 de septiembre, en horas de la tarde, deja en evidencia que los violentos siguen actuando con total impunidad y sin preocuparse de las disposiciones o sistemas de seguridad que la policía dispone para este tipo de acontecimientos a donde concurre siempre mucho público.
Los ataques, amenazas con armas de fuego y destrozos en sus movilidades particulares sufridas por los periodistas de Radio La Voz, Daniel Pereyra y Pablo Karky, junto a los demás integrantes del equipo de transmisión de ese medio, muestran claramente que estamos ante situaciones de real peligro donde se pone en juego directamente la integridad personal de quienes desarrollan este tipo de tareas.
Los trabajadores de Prensa fueron literalmente “apretados” frente a autoridades policiales que actuaron en forma indiferente y ni siquiera intentaron disuadir a los violentos que -invocando el nombre del club de Chimbas- amedrentaron, amenazaron y agredieron sin que nadie se los impidiera, configurando este lamentable acontecimiento un nuevo ataque a la libertad de prensa y un avance de un sector que casi siempre actúa como un grupo corporativo incapaz de medir las consecuencias.
Lo acontecido es una nueva muestra de la estrecha racionalidad de quienes quedaron anclados en el tiempo tratando seguir direccionando los hechos en su propio beneficio.
Como ha observado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, “el ejercicio periodístico sólo puede efectuarse libremente cuando las personas que lo realizan no son víctimas de amenazas ni de agresiones físicas, psíquicas o morales u otros actos de hostigamiento. Dichas acciones no sólo vulneran de un modo especialmente drástico la libertad de pensamiento y expresión de la persona afectada, sino que además afectan la dimensión colectiva de este derecho. Los actos de violencia que se cometen contra periodistas o personas que trabajan en medios de comunicación y que están vinculados con su actividad profesional violan el derecho de estas personas a expresar e impartir ideas, opiniones e información y además, atentan contra los derechos de los ciudadanos y las sociedades en general a buscar y recibir información e ideas de cualquier tipo. Un ataque contra un periodista es un atentado contra los principios de transparencia y rendición de cuentas, así como contra el derecho a tener opiniones y participar en debates públicos, que son esenciales en una democracia”.
Expresamos aquí nuestro enérgico rechazo a este tipo de acontecimientos e invitamos a los Trabajadores de Prensa del país a reflexionar sobre este desagradable incidente que sin duda alguna nos afecta a todos como integrantes de esta sociedad que requiere la transición hacia un nuevo paradigma de la comunicación como derecho, desprendiéndose de prácticas y acciones de sectarios violentos e irracionales que se niegan a construir un nuevo escenario de equidad, paz e igualdad de oportunidades para todos los argentinos.
02-10-2015