Durante el día de ayer, miércoles 30, se llevó a cabo una de las pocas instancias democráticas y participativas que permanecen en relación a las y los trabajadores de prensa y los medios de comunicación luego de la demolición de la Ley de Servicios Comunicación Audiovisual. Se realizó una audiencia pública convocada por el Consejo Consultivo Honorario de los Medios Públicos con el objetivo de evaluar la programación, contenidos y funcionamiento de Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado (RTA SE).
Allí participó el Secretario de Organización de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), Flavio Frangolini, quién expresó los reclamos de las y los trabajadores de prensa de todo el país. También, acompañado por Alejandro Brittos integrante de la Asociación de Prensa de Santa Fe –en FETRACCOM-, expusieron un documento específico de la Mesa Nacional de Trabajadores de Prensa.
Por su parte, Flavio Frangolini denunció los despidos y la precarización laboral que existe en Radio Nacional, sumado a “la evidente pretensión de extinguir el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) 32/75, y encuadrando al personal en la Ley de Contrato de Trabajo como si fueran empleados del sector privado”. Al tiempo que agregó: “es preocupante la caída en los niveles de audiencia, la designación de directores ajenos a las emisoras y a la actividad radial, en forma arbitraria y sin criterios de profesionalismo ni idoneidad”.
A continuación reproducimos el documento consensuado entre todos los representantes gremiales de prensa del país:
La Mesa Nacional de Trabajadores de Prensa saluda la convocatoria de este Consejo y expresa su beneplácito por la existencia de este tipo de instancias que fueran creadas en el marco de la ley de servicios de comunicación audiovisual.
En este marco venimos a manifestar nuestro rechazo al proyecto de centralización unitaria de la programación de Radio Nacional que ya comenzó a implementarse en la emisora. Las autoridades de RTA vienen afirmando que se busca “federalizar” la programación, sin embargo en los hechos marchamos en sentido contrario.
Durante los últimos meses RTA resolvió reducir la cantidad de horas de programación local en las emisoras de las provincias, reemplazándola por programas emitidos desde la ciudad de Buenos Aires. En muchos casos esta medida se realiza levantando la programación local de la FM y dejando la programación local sólo en la AM, lo que significa la virtual desaparición de contenidos propios de las ciudades y localidades del interior.
Según la última encuesta de Consumos Culturales de la secretaría de Cultura de la Nación el 55 por ciento de la audiencia radial escucha exclusivamente FM, el 11 sólo AM y el 18 escucha ambas. Aproximadamente tres de cada cuatro oyentes lo hacen por FM. El dato es elocuente y demuestra que RTA no busca fortalecer sus programaciones locales sino concentrar y centralizar la producción de contenidos.
Como resultado de esta decisión, las emisoras que avanzaron en esa dirección muestran una seria caída en los niveles de audiencia. De esta manera, los habitantes de las provincias tienen menos espacios en sus radios públicas y ya sabemos que menos programación significa tarde o temprano menos puestos de trabajo.
Si de verdad se quiere federalizar Radio Nacional lo que debería hacerse es fortalecer las programaciones locales. Lo que ahora se hace resulta todo lo contrario: más centralismo porteño y menos programación local en las provincias.
A esta situación se puede sumar el desplazamiento sin razones de servicio que lo fundamenten de dos trabajadoras específicas en sus tareas de Radiodifusión Argentina al Exterior (RAE), servicio que funciona en el edificio de Radio Nacional Buenos Aires, -según se alegó- en razón de “no compartir el proyecto en marcha en esa emisora”, como si esta diferencia de criterio profesional, fuera en sí una grave falta laboral.
Por otra parte, desde hace años los trabajadores de prensa venimos denunciando la existencia de fraude laboral en Radio Nacional. Este reclamo dio lugar incluso a medidas de fuerza. Y a reiterados reclamos a las autoridades anteriores. Cerca de 200 trabajadores desarrollan tareas como personal “contratado”. Alrededor de la mitad lo hacen como “eventuales”. Con sueldos que rondan los siete mil pesos mensuales. Mucho menos del salario mínimo establecido por ley y cerca de la mitad de la canasta básica familiar.
La otra mitad trabaja con contratos de “locación de obra”. Con pagos que también rondan los seis mil pesos o menos, pero con el agravante de ser “factureros”. Es decir, figuran como monotributistas. Sin obra social, sin jubilación. Esto ocurre en la radio del Estado nacional.
A comienzos de su gestión las actuales autoridades de RTA se comprometieron a solucionar este problema. Luego de un año de gestión no hubo avances significativos.
El presupuesto que el Poder Ejecutivo envió al Congreso Nacional prevé un aumento del 36 por ciento para RTA 35 por ciento de los cuales se destinará a remuneraciones. Sin embargo, la inflación anual real rondará el 45 por ciento, lo que significa un ajuste de diez puntos en términos reales.
Este dato nos lleva a interrogarnos acerca de si, efectivamente, el año que viene se avanzará realmente en mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores de la Radio.
Un aspecto positivo de la actual gestión ha sido la decisión de reincorporar a todos los trabajadores contratados que habían sido despedidos en enero de este año. Dicha reincorporación fue resultado de la decidida acción impulsada por los sindicatos de prensa. Al día de hoy existe el compromiso de renovar el vínculo laboral con los trabajadores contratados. Sin embargo, persiste la inquietud respecto si dicha renovación alcanzará efectivamente a la totalidad de los mismos.
Saludamos la posibilidad de dialogar con las actuales autoridades de RTA y Radio Nacional, aunque advertimos que este diálogo debe servir para encontrar soluciones a los problemas urgentes de la empresa y no para ganar tiempo para llevar a cabo una política de vaciamiento y ajuste en Radio Nacional.
Decimos además que muchos de los problemas planteados en esta exposición se subsanarían con el reconocimiento y la aplicación de los Convenios que rigen la actividad periodística en todo el territorio de la República Argentina.
Mesa Nacional de Trabajadores de Prensa
