La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) repudia y rechaza la presencia de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires rodeando el edificio de la TV Pública, en un claro acto de intimidación contra los y las trabajadoras que se organizan para enfrentar el ajuste en los medios de comunicación estatales.
Las y los compañeros de Canal 7 habían denunciado la semana pasada “el destrato que los trabajadores de la TV Pública sufrimos en el último tiempo de parte de las autoridades, forma parte de una presión y extorsión para que encaremos el año con temor y aceptemos dócilmente, de manera forzada, un ahogo presupuestario y un congelamiento salarial que no permitiremos”.
A raíz de ello, decidieron la convocatoria a una asamblea en esta semana, para analizar qué acciones definir “en defensa del único canal estatal de aire y su deber: la cobertura de todos los conflictos sociales y todas las voces de nuestra sociedad”.
Agustín Lecchi, Secretario de Organización del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y delegado de la TV Pública, señaló que la presencia de patrulleros y carros de asalto es “algo que no ocurre desde los intentos de privatización durante el menemismo y la Alianza, en lo que entendemos como una amenaza y un intento de amedrentamiento para que no defendamos nuestros derechos laborales”.
El dirigente sindical agregó que “desde el viernes estamos siendo víctimas de una campaña de estigmatización y demonización, con datos falsos que hicieron circular desde la gestión del canal”.
Lecchi aseguró que “no vamos a permitir nos ataquen nuestros convenios colectivos, el Estatuto del Periodista Profesional, los derechos laborales y, sobre todo, que ataquen el carácter público del único canal estatal de aire”.
“Nosotros defendemos la libertad de expresión y un canal en donde verdaderamente estén presentes todos los conflictos sociales, políticos y sindicales”, concluyó.
Desde la FATPREN exigimos el inmediato retiro de los efectivos policiales y demandamos a las autoridades pertinentes el cese de las provocaciones y la apertura de canales de diálogo con los representantes de las y los trabajadores.