Las y los trabajadores de prensa nucleados en el Sindicato de Prensa de Mendoza (SiPreMza) –afiliado a la FATPREN- se movilizaron esta mañana en las puertas de los principales medios de comunicación de esa provincia, exigiendo recomposición salarial y repudiando el recorte y el ajuste que llevan adelante.
A partir de las 10 horas se manifestaron en las puertas del Diario Uno, del Grupo América Mendoza (propiedad de Vila-Manzano) donde en los últimos meses “se dio el golpe más duro con una treintena de trabajadores y trabajadoras que tuvieron que optar por su salida del multimedio”, aseguraron a través de un comunicado.
Luego se dirigieron a las instalaciones de Canal 9, y finalizaron en las puertas del Diario Los Andes donde se han llevado a cabo despidos durante este año. En total, en estos diez meses del año se perdieron más de sesenta puestos de trabajo en todo el territorio mendocino, entre despidos y retiros voluntarios “a los que se debieron someter quienes vieron amenazado su futuro en las empresas periodísticas locales”, aseguraron.
Asimismo, resaltaron que “la crisis social y económica por la que transita el país tiene su correlato particular en el conjunto de las y los trabajadores de prensa mendocinos”. Y agregaron: “el recorte, el ajuste, la pérdida de fuentes de trabajo los convierte en uno de los sectores más castigados por el modelo económico y las decisiones de los dueños de los medios”.
Actualmente, el salario de las y los trabajadores mendocinos se encuentra estancado: en todo el año solo recibieron un 8% de aumento salarial, y los empresarios pretenden que la caída del poder adquisitivo sea aún mayor, ya que la intención es dejar que el incremento en el periodo sea tan solo del 17%. Así, habría una brecha de 30 puntos frente a la inflación estimada, configurando, de esta manera, la peor oferta salarial del país.
Denunciaron que la situación se repite en todos los medios: Los Andes, LV 8 Radio Libertador, Radio y Televisión Argentina (RTA), LV 4 San Rafael, y Diario Uno.
Además apuntaron contra el Grupo Vila – Manzano que quiere expandir su radio de acción con la adquisición de medios a nivel nacional mientras produce un vaciamiento que hostiga a sus trabajadores. “En Mendoza no reparan en incurrir en conductas fraudulentas, generando deudas millonarias por la falta de aportes jubilatorios y a las obras sociales de sus empleados y empleadas”. Y “realizan los descuentos, pero se quedan con su plata, lo que configura un delito penal”, revelaron.
Por último, hicieron referencia a que la crisis que atraviesan las y los periodistas, repercute en el resto de la sociedad: “menos voces en el espectro mediática es igual a menor diversidad de opiniones y disminución de la calidad informativa”. Al tiempo que concluyeron: “las trabas a la posibilidad de ejercer el periodismo en su plenitud son ataques directos a la democracia, concretados por la patronal pero habilitados por el Gobierno, quien no ejerce su rol de control ni de sanción ante las permanentes faltas a la ley vigente”.