La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) repudia las agresiones y detenciones padecidas por trabajadores de prensa durante las recientes movilizaciones producidas en nuestro país, en solidaridad con la lucha del pueblo chileno y advierte que impedir el acceso a la información y el maltrato sistemático a periodistas atentan contra la democracia.
Desde la FATPREN también nos solidarizamos con el valiente pueblo chileno, que tomó las calles y utiliza la huelga para rechazar un modelo neoliberal que reprime y empobrece al pueblo, mientras multiplica privilegios de la clase dominante y busca revertir dos siglos de conquistas sociales y laborales.
Exigimos el cese de la violencia contra los trabajadores y trabajadoras de prensa, tanto en Chile como en Argentina, y alertamos sobre prácticas autoritarias que ponen en riesgo el sistema de derecho.
En Argentina, resulta gravísimo el ataque de efectivos policiales de Mendoza, que el martes 23 de octubre agredieron y dispararon gases contra periodistas y detuvieron a Pablo Llanos, redactor de un portal de noticias, en una acción que el Procurador General de la provincia, Alejandro Gullé, definió como “preventiva”.
En Buenos Aires, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) denunció detenciones indiscriminadas durante la movilización del lunes 21 de octubre frente al Consulado Chileno, entre ellas la de su afiliada Myriam Selhi.
Mientras cubrían los episodios de violencia frente a esa sede diplomática, fueron agredidos por manifestantes varios trabajadores de prensa. La policía no estaba ahí para resguardarlos. Entre otros, resultaron heridos Adrián Alessandrelli (camarógrafo), Ernesto Medina (asistente) y Penélope Canónico (cronista) de Crónica TV; Fabio Soria (camarógrafo) de LN+, y los cronistas de América Marcelo Padovani y Gabriel Prósperi.
Otros trabajadores y trabajadoras de prensa fueron agredidos en la represión posterior, como la compañera Estefanía Velo, trabajadora del área de prensa de la FATPREN, quien fue alcanzada por un disparo de bala de goma en una de sus piernas.
La FATPREN reclama un freno urgente al clima de violencia creciente contra las personas que desarrollan tareas periodísticas en nuestro país y exige al gobierno nacional que cambie su actitud beligerante por verdaderas garantías para el libre ejercicio del trabajo periodístico.
Desde el inicio de la actual gestión nacional, el colectivo de prensa argentino tuvo que enfrentar permanentes maniobras por impedir la libre cobertura periodística de marchas, piquetes y protestas populares, sin más sentido que asegurar su impunidad frente a consecuencias trágicas de la represión. Primero, el gobierno intentó encerrar por decreto “a las y los trabajadores de prensa en un corralito”. No lo permitimos. Terminaron dispararando a quemarropa contra cronistas y fotógrafos que cubren marchas y piquetes. Sólo en Ciudad de Buenos Aires hubo decenas de trabajadoras y trabajadores heridos y detenidos ilegalmente en los últimos tres años.
La FATPREN denuncia que las políticas públicas destinadas a silenciar, obstaculizar o impedir el libre trabajo de la prensa son inconstitucionales y atentan contra el estado de derecho.
En ese marco, resulta grave y peligroso el episodio ocurrido en Mendoza, donde la policía detuvo el martes 23 de octubre al periodista Pablo Llanos, y agredió también a su compañera reportera gráfica Samanta Lucero, como parte de una acción represiva preventiva. Durante el mismo episodio la policía atacó con gas pimienta a Facundo García y Agustina Fiavino.
Se trató de una marcha pacífica, en solidaridad con el pueblo chileno, y no hubo incidentes, pero la policía reprimió con gases para disolver la concentración y detuvo a más de 20 personas.
El Sindicato de Prensa mendocino denunció públicamente esta situación y solicitó al Ministerio Fiscal que actúe de oficio frente a semejantes excesos policiales.
La FATPREN se solidariza con los trabajadores y trabajadoras que padecen ataques similares en distintos puntos del país, expresa su más enérgico repudio a la violencia institucional y exige el respeto incondicional a la tarea periodística y los derechos de libertad de expresión y libre acceso a la información.
