El diario La Reforma, de La Pampa, publicó un editorial sobre la medida de fuerza nacional impulsada por nuestra Federación el 21 de septiembre pasado, que impidió la salida de la publicación impresa al día siguiente.
El editorial descalifica las acciones llevadas adelante en el marco de las negociaciones por la paritaria 541/08 y aduce desconocer los motivos de esta protesta en medio de las discusiones entre la cámara empresaria ADIRA y FATPREN.
En primer lugar, fueron las y los propios trabajadores de prensa de La Pampa quienes pusieron las cosas en orden, a través de sus dos sindicatos de prensa adheridos a esta Federación, al señalar que, por ejemplo, la patronal de La Reforma abonó los salarios en cuotas a su personal durante años, a la par de la pérdida sostenida del poder adquisitivo. Y a esto se podría sumar la falta de cumplimiento en el pago de los aportes convencionales, que la empresa retiene de sus trabajadores pero no transfiere a la organización sindical.
Es decir, el diario La Reforma falta a la verdad en su editorial ya que sabe que hay reclamos justos largamente planteados por parte de las y los trabajadores de prensa.
Pero no sólo en ese punto el texto distorsiona la realidad del conflicto: por caso, señala falsamente que la cámara ADIRA que integran participó de todas las audiencias paritarias. Esto es lisa y llanamente mentira. Los representantes de la cámara se ausentaron durante dos reuniones seguidas como represalia -ilegal, ilegitima e inconstitucional- a las medidas de fuerza que llevamos adelante en el marco de nuestro derecho a la protesta, y dilataron de esa forma aún más una negociación que comenzó dos meses atrás y se encuentra bloqueada por la intransigencia de la parte empresaria.
Por supuesto, en su editorial, La Reforma omite el centro del conflicto y, por tanto, sus verdaderos responsables. Actualmente, la mayoría de las y los trabajadores de prensa se encuentran por debajo de la línea de pobreza, situación que ADIRA se niega a revertir, a pesar de que sus integrantes se hayan beneficiado y se beneficien con la Pauta Oficial, y de distintos instrumentos de asistencia estatal. ¿De qué valor y defensa de la libertad de expresión se pueden ufanar con sueldos de miseria a sus empleados/as? Esta es la situación que genera el malestar y conflicto, luego de meses de discusiones, y que ya implicó la realización de tres paros nacionales en prensa escrita.
Llamamos a la empresa editora del diario La Reforma y al resto de los integrantes de ADIRA a presentar una propuesta seria de recomposición salarial, que reconozca los derechos de las y los trabajadores tan pisoteados en los últimos años. Esa es la única salida al conflicto y que resultará, sin duda, en un periodismo de mayor calidad.