De cara al inicio de la negociación paritaria para el período 2023-2024, el Plenario de delegadas y delegados de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa, resolvió:
- Denunciar el incumplimiento del compromiso asumido por la empresa Radio y Televisión Argentina S.E. y la Dirección de Empleo Público – en el marco de la paritaria ante el Ministerio de Trabajo y Gestión y Empleo Público – de efectivizar a las y los compañeros precarizados antes del 30 de abril del corriente año.
- Dejar en evidencia la falta de herramientas de trabajo, la decadencia de las condiciones edilicias, la falta de trabajadores y trabajadoras en distintas emisoras que llevan a la pérdida de la federalización de la radio pública. Todo esto sólo contribuye a la profundización del vaciamiento que inició la gestión anterior y que ésta no ha mostrado voluntad de revertir.
- Exigir la recomposición salarial que ubica los básicos de la mayoría por debajo de la línea de pobreza. Con una variación interanual de la inflación medida entre abril de 2022 y marzo de 2023 de 104,3% y un acumulado enero-marzo de 2023 del 21,7%, los salarios de Radio Nacional empujan incluso a su planta permanente a la precarización: la obligación de asumir otros compromisos laborales por fuera de la emisora es en detrimento de les trabajadores y también de los contenidos que producimos.
- Rechazar la televisación de los programas de las distintas emisoras. Somos trabajadoras y trabajadores de radio: brindamos información y entretenimiento de manera sonora. Eso genera climas que acercan a la audiencia de un modo que ningún otro tipo de comunicación alcanza. La emisión de nuestros programas por el aire de la Televisión Pública no solo rompe el vínculo con las audiencias, sino que además vulnera nuestros derechos laborales: no estamos sujetos al convenio de televisión.
La precarización laboral, el abandono de las instalaciones y la desnaturalización de un medio tan importante como Radio Nacional solo debilita el medio público. Una democracia que cumple 40 años necesita y merece medios públicos fuertes que velen por el derecho humano a la comunicación del Pueblo y por la soberanía informativa.