Este 3 de mayo, vemos en Argentina y en el mundo como la libertad de prensa continúa siendo vulnerada, afectando en primer lugar a les trabajadores de prensa que día a día se ocupar de garantizar el derecho a la información, a pesar de las trabas de gobiernos y empresas.
En nuestro país, desde la FATPREN hemos denunciado desde el principio del mandato de Javier Milei cómo se viene desarrollando un ataque sistemático contra la prensa y sus trabajadores con censura y represión. El Gobierno nacional quiere avanzar con el cierre ilegal de la Agencia Télam sin pasar por el Congreso, cuyos trabajadores resisten con un acampe que supera los dos meses, y el silenciamiento de TV Pública y Radio Nacional que, por primera vez en democracia, no pudieron informar sobre el Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia que conmemora el golpe genocida o el Primero de Mayo, día internacional del trabajador. Es un plan sistemático de silenciamiento, acompañado por un bombardeo de desinformación y discursos de odio en las plataformas digitales. (Leer la declaración completa…)
Además de los ataques del Gobierno, las empresas de medios precarizan la labor periodística con salarios de miseria, situación que desde la FATPREN y sus sindicatos de base denunciamos permanentemente y contra lo cual luchamos de manera constante en todo el territorio nacional.
En el plano internacional, es indiscutible la terrible situación que existe en Gaza con más un centenar de periodistas asesinadxs por los bombardeos israelíes, una de las cifras más altas de muertes de trabajadores de prensa en un conflicto armado.
En las vísperas de este día, la Unesco otorgó el Premio Mundial a la Libertad de Prensa Guilermo Cano a les trabajadores de origen palestino que ejercen el periodismo en Gaza y su directora -Audrey Azoulay- destacó “la importancia del compromiso colectivo para garantizar que los periodistas de todo el mundo puedan seguir llevando a cabo su labor esencial de informar e investigar”.
Desde FATPREN y los sindicatos de prensa mantenemos nuestro compromiso en la lucha cotidiana por la defensa del oficio y los derechos de lxs trabajadorxs de prensa, la única garantía real para que pueda haber pluralidad de voces y libertad de prensa.