Chaco: Preocupación de gremios de la comunicación

Junto al Sindicato de Trabajadores de Prensa y el Sindicato Argentino de Televisión, desde la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa expresamos nuestra preocupación por la presencia de personal infiltrado en las movilizaciones en esa provincia para generar incidentes que luego “justifiquen” acciones represivas.

Esa modalidad se repite a lo largo y a lo ancho del país y decenas de trabajadores y trabajadoras de prensa son blanco de las fuerzas de seguridad para evitar que sean registradas imágenes de los ataques contra manifestantes pacíficos, como el caso de nuestro compañero fotoperiodista Pablo Grillo herido por el disparo de la granada de un gendarme en la Plaza Congreso que lo puso al borde de la muerte y que, afortunadamente, continúa evolucinando de forma positiva.

A continuación reproducimos el comunicado emitido desde el Chaco:

El Sindicato de Trabajadores de Prensa de la provincia del Chaco y el Sindicato Argentino de Televisión, Servicios audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID) queremos alertar a las autoridades de la Provincia del Chaco y especialmente al Ministerio de Seguridad, sobre la presencia cada vez más evidente de personal de civil, policías o personal no identificado en las movilizaciones o marchas pacíficas. Estas personas son infiltradas con el fin de provocar actos de violencia o incitar a que ello suceda para luego poder justificar el accionar represivo.

Solicitamos que desde el Poder Judicial se arbitren las medidas preventivas para que se garantice el legítimo derecho a la protesta frente al empeoramiento de las condiciones de vida. Entre ellas podría disponerse la presencia de Fiscales que puedan velar por la seguridad de manifestantes y trabajadores de los medios de comunicación.

Consideramos que también debiera actuar la Subsecretaría de Derechos Humanos y Comité para la Prevención de la Tortura.

Las empresas informativas deben también resguardar la integridad de sus trabajadores, ya sean reporteros gráficos, camarógrafos, cronistas o periodistas. A nivel nacional son numerosos los casos de compañeros heridos en ocasión de estar cumpliendo con el trabajo de informar a sus audiencias. En muchos casos esos trabajadores son atacados intencionalmente por las fuerzas de seguridad o policiales que deberían cuidarlos. Así, resultan heridos o lastimados por el sólo hecho de reflejar lo que ocurre en el momento, es decir, la realidad de cada acontecimiento donde se ejerce el derecho constitucional a la protesta.

Lamentablemente cada vez son más los conflictos en todo el país, como consecuencia lógica de la pobreza, los despidos, los salarios de indigencia, la falta de garantías constitucionales básicas e indispensables y por el deterioro de la calidad de vida de la gente en general.

Evitemos que en nuestra provincia – y en el resto del país- se repita la dolorosa experiencia del reportero gráfico Pablo Grillo herido en la cabeza por un gendarme. Queremos vivir en paz y en democracia y en donde protestar no signifique cárcel (menos aún balas) causas y represión y donde salir a cubrir una noticia no sea un riesgo de vida.