La Federación Internacional de Periodistas (FIP) reclamó al gobierno colombiano, que encabeza el presidente Juan Manuel Santos, que garantice la seguridad de los trabajadores de prensa de ese país, ante las amenazas que recibieron el titular de la Federación Colombiana de Periodistas (FECOLPER), Eduardo Márquez González, y otros colegas, por parte de grupos paramilitares de extrema derecha.
Márquez González, al igual que los compañeros Hollman Morris, Daniel Coronell, Marcos Perales Mendoza y Claudia Julieta Duque, fueron declarados “objetivo paramilitar por el autodenominado de «Bloque Central de las Aguilas Negras»”, a través de un “comunicado” enviado por correo electrónico a alguno de los amenazados, en el que se precisa que ha llegado “la hora de exterminar y aniquilar a todas las personas y organizaciones que se hacen pasar por defensoras de derechos humanos y aún más que se infiltran como ONG´s internacionales, periodistas (…) Los ubicaremos en las oficinas, en las casas donde viven (…) Los tenemos en la mira y desde ya pueden darse por muertos”.
La noticia generó un amplio repudio internacional, a la vez que una honda preocupación, habida cuenta de que el 90 % de los casos de periodistas asesinados en Colombia entre 1977 y 1991 han quedado impunes, y los posteriores -que totalizan 138 trabajadores de prensa asesinados por ejercer su oficio- duermen en el limbo de los circuitos judiciales. La FECOLPER alertó el pasado 9 de febrero sobre el deterioro de la libertad de prensa, con ciento ochenta y nueve agresiones (189) contra periodistas durante el 2010, entre las que es necesario destacar siete homicidios, una violación sexual y cuatro atentados contra medios de comunicación, que evidencian el alto nivel de vulnerabilidad de los trabajadores de prensa en Colombia.
Este nuevo año comienza con amenazas de exterminio al titular de la agremiación colombiana, a colegas y representantes de organizaciones defensoras de derechos humanos.
La FIP, y sus entidades afiliadas, exigen al presidente Juan Manuel Santos que garantice inmediatamente la seguridad de los compañeros amenazados y de todos los trabajadores de prensa de Colombia, a la vez que lo hace responsable directo de la integridad física de los periodistas y sus familias, si su inacción conlleva que las amenazas lleguen a los hechos.
Al mismo tiempo, el vicepresidente de la Federación Internacional de Periodistas, Gustavo Granero, ha solicitado una audiencia con carácter de urgente al embajador de Colombia en Argentina, Alvaro Eduardo García Jiménez, a fin de presentarle toda la documentación respaldatoria de las denuncias y solicitar la perentoria intervención del gobierno colombiano en el asunto.
La Federación Internacional de Periodistas representa a más de 600 mil periodistas en 125 países.
17-02-2011