Desde el 1° de febrero y hasta el viernes 17 del mismo mes se encuentra abierta la inscripción para participar en la sexta edición del premio al periodismo con perspectiva de género, denominado Premio Virginia Bolten. El premio fue instituido por ordenanza en 2018 y a lo largo de las distintas ediciones fue creciendo en cantidad y cantidad de postulaciones.
Se trata de un concurso organizado por el Concejo Municipal de la ciudad de Santa Fe, iniciativa de la concejala Laura Mondino (FPCyS), y en el cual la Asociación de Prensa de Santa Fe -afiliado a la FATPREN- participa como jurado. Las estatuillas se entregan en el marco del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
El premio se divide en tres categorías: la primera es prensa escrita y abarca todas las piezas publicadas en formato papel o digital en medios de comunicación del país. La segunda es para piezas periodísticas radiales, audiovisuales o fotoperiodismo, con el mismo criterio de difusión que las piezas escritas. Y la tercera categoría es el Premio del Jurado, que se entrega a una pieza que no se haya postulado, a un/a periodista por su trayectoria o a un medio de comunicación. La estatuilla del premio es de autoría de la artista plástica Lucía Schmidhalter.
La convocatoria es para piezas periodísticas publicadas en medios de todo el país, entre enero y diciembre de 2022; y aquellas personas interesadas deberán enviar sus postulaciones al siguiente mail: premiovirginiabolten@concejosantafe.gov.ar. En todos los casos será necesario adjuntar al e-mail la pieza comunicación que se postula (que puede ser de un/a o más autores/as) y la ficha de inscripción que pueden descargarse en www.concejosantafe.gov.ar. También en la web del Concejo se pueden consultar las bases y condiciones, así como toda la normativa relacionada al premio.

El nombre del premio homenajea a una militante anarquista que, en 1896, junto a un grupo de operarias de la fábrica donde trabajaba, editó en Buenos Aires el primer periódico anarco-feminista de Latinoamérica, “La voz de la mujer”, que financiaba con su mínimo sueldo como operaria. Allí denunciaba la situación de la mujer trabajadora a finales del siglo XIX y la doble explotación a la que era sometida por su condición de clase y por su género.